Es un placer sentir el olor de la
sangre goteante... es un placer oír crujir los huesos de tus víctimas... es un
placer sentir los últimos latidos de tus víctimas... adoro esa sensación, esa
sensación de poderío al ver que alguien suplica y se arrodilla ante ti para que
no le mates, para que le dejes volver con su familia, con su novia o con sus
amigos... pero para ser lo que soy yo no debes tener escrúpulos, la piedad no
existe para ti, pero todos se preguntarán... ¿por qué matar? ¿Por oficio? ¿Por
motivos propios? No... Si vas a matar que sea por placer. En mi vida he estado
siempre solo, he aprendido a hacer todo por mi propia cuenta y por ello es
porque ha brotado un tremendo sentimiento de rechazo hacia mi propia raza, por
eso es porque mato... me gusta sentir esas cosas, esas sensaciones, me encanta
torturar a mis víctimas, destrozarlas, descuartizarlas, hacerles comerse sus
propias tripas, vapulearlas... pero sobre todo eso me encanta verlas sufrir,
llorar, pedir ayuda, mearse encima y, más que nada de todo lo dicho antes,
oírlas suplicar por sus tristes y pobres vidas. Llevo más de 45 años asesinando
gente, fui un auténtico asesino en serie, un maldito sádico, desde el asesinato
del “Estrangulado” hasta el del “Ahogado con sus propias tripas” he sido un
maldito sádico, pero... me encanta serlo... y todo esto comenzó hace 50 años,
cuando yo solo era un crío de 17 años...
Vivía plácidamente la misma y pobre
vida de siempre, era un simple joven estudiante de último curso de instituto y
me disponía para cumplir mis 18 años mientras me preparaba para la Prueba de
Acceso a la Universidad, odiaba mi vida y la de los demás, odiaba la sociedad
en la que vivía y odiaba a mi familia, no había encontrado a nadie que me
entendiera, a nadie que me quisiera, mis padres y mi hermano no paraban de
marginarme y decirme que solo era un maldito inútil, me humillaban día tras
día. Mi nombre es James y nunca imagine que ese día cambiaría mi vida por
completo... había estado viendo vídeos en YouTube a menudo, me encantaban los
vídeos de terror, que narraban historias de terror y escuché algunas que me
interesaron mucho, sobre todo las que trataban de asesinatos o muertes de
personas, me marcaron la vida... y esa noche, todo paso rapidísimo.
Ya había terminado el periodo PAU,
una noche me quedé despierto viendo vídeos y fui a la cocina a por algo para
picar, fue entonces cuando ocurrió todo... allí estaba, llamándome, sobre la
mesa, sólo, deseándome... ÉL me llamaba. Me acerqué con los ojos totalmente abiertos
de par en par, atónito, posé mi mano sobre ÉL y sentí una fuerza superior que
me atraía de tal manera que asustaba, me sentía... diferente... más poderoso,
fue entonces cuando la tentación fue tanta que no pude evitar subir por las
escaleras y entrar en la habitación donde mis padre dormían plácidamente, allí
estaban los dos, dormidos y callados, como a mí me gustaba verles, pero yo y él
sabíamos que debíamos callarles para siempre... me senté junto a mi padre y me
acerqué a su oído, cuando entonces le susurré:
-Tranquilo papá... todo irá bien, tu
pequeño ya tiene 18 años y ha aprendido a cuidarse solo... ya no te
necesito...-Tras el prolongado silencio que hubo mi padre abrió los ojos y lo
último que vio fue una sonrisa diabólica bajo una sombra causada por una
capucha blanca, luego no hubo grito estridente, solo hubo silencio por unos
segundos. El cuerpo de mi padre cayó inerte en el suelo agarrándose el cuello
de donde brotaba demasiada sangre de una herida horizontal, luego mi madre se
levantó y salió corriendo hasta la puerta asustada al ver a un chico sobre el
cuerpo de su padre, lamiéndose la sangre que manchaba sus dedos, no pudo correr
demasiado ya que la atrapé antes de que saliera por la puerta... la odiaba
tanto que lo primero que hice fue estamparle la cara contra el suelo de tal
manera que le partí varios dientes y le sangrara la nariz, entonces le dije:
-Mamá... no tengas miedo... no
sufras... ¿quieres que tu “pedacito de cielo” acabe con tu sufrimiento? Está
bien, lo haré, esto no curará mis heridas... puede que las de fuera, pero jamás
las que me dejaste dentro.- El silencio se rompió cuando se oyó un alarido de
dolor, algo normal, ya que la apuñale varias veces seguida en el estómago y en
el pecho... fue con rabia, rabia por los odiosos años en los que no paraba de
humillarme... acabé con su sufrimiento y se sintió mejor. Ahora faltaba acabar
con el último de los miembros de mi familia, mi hermano mayor, entre en su
cuarto y no estaba, o eso creía yo... sonreí de manera diabólica y me puse a
hablar solo:
- ¡Vaya! ¿Dónde estará mi querido
hermanito? ¿¡ESTARÁ AQUÍ?!-Abriendo un pequeño ropero que había en su
habitación,- ¡¿O ESTARÁ AQUÍ?!-Abriendo el baúl donde mi hermano guardaba su
ropa... no acerté, por lo menos en eso, pero si acerté al llevarme un tremendo
golpe en la nuca, lo último que recordaba al sentir ese golpe fueron unos
cristales cayendo al suelo y a mi hermano salir corriendo. Le alcancé, me lancé
desde la barandilla que separaba la escalera del piso de arriba, caí sobre mi
hermano que sufrió un golpe tremendo en la cabeza y caímos ambos rodando juntos
por las escaleras... nos callamos un segundo, nos miramos los dos y él me preguntó:
-¿Por qué haces esto James? ¿Por qué
estaban papá y mamá muertos en el suelo dándose la mano? ¿Por qué me quieres
matar?- No recibió respuesta mía, pero volvió a hablar- ¿Por qué haces esto?
¿Te crees mejor que nadie por matarnos? ¡IRÁS A LA CÁRCEL!... ¡ASESINO!- Esa
palabra resonó en mi cabeza de una manera apaciguadora, me gustaba que me la
dijera, tanto que le pedí que la repitiera- ¡ASESINO!... ¡MALDITO ASESINO!...-Nada...
silencio... y la última imagen que recuerdo era... a mí lanzándome sobre mi
hermano, sin un cuchillo... me arranqué con gustoso sadismo un trozo de cristal
de la capucha que me había herido en la cabeza, lamí la sangre que brotaba de
él y... lo clavé en el corazón de mi hermano, para luego terminar con su vida y
decirle...
-Buenas noches y dulces sueños...
hermanito...-Todo terminó ahí, mi familia había desaparecido del mapa...
normalmente, una persona que asesina a su familia debería sentirse mal, pero yo
me sentía bien... había empezado una nueva etapa en mi vida, una increíble
etapa... quería seguir con esto, debía tener mi propia seña característica...
algo que me distinguiera del resto, pero para eso habría tiempo, ya pensaría en
algo, por ahora debía recuperarme de mis heridas y huir en busca de... más
gente, sentía ganas de matar, desde que ese cuchillo me tentó para hacerlo con
mi familia... empezaba una nueva etapa de mi vida, la llamaré... “El renacer
viviente”, es hora de cambiar y de acabar con la escoria... James... No... YO,
debo cambiar mi vida... a mejor...